Canto, reuniones, educación, arquitectura y fe: las capillas galesas de Chubut

EXPERIENCIA: 

No tienen cruces ni íconos religiosos, pero las vas a reconocer desde lejos. Su arquitectura británica particular, de ladrillos, techo a dos aguas de chapa, detalles neogóticos y carpintería de pinotea, las hace resaltar tanto como su ubicación, en puntos estratégicos donde las crecientes de los ríos no podían alcanzarlas.

Construidas a fines del siglo XIX y comienzos del XX por los colonos galeses que llegaron a Chubut en 1865, las 18 capillas protestantes de la provincia fueron y son espacios de reuniones sociales, educación, canto y soporte espiritual. Estos pequeños templos erigidos por los primeros habitantes europeos de la provincia hoy resultan un atractivo especial en Gaiman, Dolavon, 28 de Julio, Trelew, Esquel y Trevelin.

Bethel, Bethesda, Bryn Crwn, Seion o Tabernacl: algunos de sus nombres difíciles de pronunciar delatan su origen galés. Las capillas donde los inmigrantes recién llegados cultivaban su fe y forjaban su fuerza en un contexto adverso, hoy forman parte del patrimonio cultural del Chubut y tienen sus puertas están abiertas para que conozcas sus secretos y características únicas.

Los domingos, podés vivir la experiencia de sumarte al canto congregacional (“Cymanfa Ganu”) en lengua galesa acompañado por un armonio a pedal, una forma de expresión colectiva para fortalecer la fe a través de la música compartida. Y si estás un 28 de julio –aniversario de la llegada de los colonos y feriado provincial en Chubut–, podés vivir una experiencia gastronómica singular y muy recomendada: tomar el té galés dentro de la capilla, con las tortas, masas, dulces y panes caseros preparados especialmente por la congregación de cada templo, en medio de los bancos, convertidos en mesas ocasionales para esta especial jornada.