Punta Ballena y los orígenes del avistaje de ballenas en Península Valdés
El avistaje de ballenas en la Península Valdés no surgió de una planificación estratégica ni de una política pública deliberada, sino de la confluencia de múltiples factores: la geografía única del lugar, la presencia estacional de la ballena franca austral, y la iniciativa de individuos que, por diversas circunstancias, se establecieron en la región y comenzaron a interactuar con su entorno marino.
Los primeros pasos en Puerto Madryn y Puerto Pirámides
En la década de 1970, Puerto Madryn y Puerto Pirámides eran localidades pequeñas y poco desarrolladas en términos turísticos. Fue en este contexto que Jorge Schmid, oriundo de Belgrano, Buenos Aires, y Mariano Van Gelderen, de Bahía Blanca, llegaron a la zona. Ambos se conocieron en Puerto Madryn, en el hotel Petit y buscando oportunidades laborales en un entorno que ofrecía más desafíos que certezas.Jorge Schmid llegó a la región en 1971, motivado por una imagen de buceo que vio en una revista. Tras una experiencia inicial de buceo en el Golfo Nuevo, decidió establecerse en la zona, atraído por el mar y la tranquilidad del lugar. Mariano Van Gelderen, por su parte, llegó en 1970, con su tío vendiendo yerba mate, iban recorriendo el país, y se quedó fascinado por el entorno natural. Ambos comenzaron realizando diversas actividades para subsistir, se conocieron haciendo trabajos de pintura, luego fueron guardavidas, trabajaban como marisqueros en el Golfo San José. Durante el verano, se trasladaban al Golfo Nuevo, donde alquilaban trajes de buceo, kayak y venta de comida, aprovechando la afluencia de turistas.
El surgimiento del avistaje de ballenas
La actividad de avistaje de ballenas comenzó de manera espontánea. Su permanencia en Puerto Pirámides les permitió a Jorge y Mariano notar una creciente presencia de ballenas cerca de la costa. Se les ocurrió entonces ofrecer avistaje de ballenas embarcados a los pocos turistas que llegaban durante la primavera, ya que en esas épocas la afluencia de turismo a la zona era mínima.
En 1972, Jorge y Mariano fundaron la empresa Hydro Sport, considerada la primera en ofrecer servicios de avistaje de fauna marina en la región. La empresa combinaba paseos náuticos, salidas de pesca y salidas de buceo durante el verano, y, gradualmente, comenzó a ofrecer avistajes de ballenas. En ese entonces, la actividad no estaba regulada ni promocionada oficialmente, y los visitantes llegaban por su cuenta, atraídos por la belleza natural del lugar. Dando el puntapié inicial a la promoción de la zona con los escasos medios de comunicación, cambiando la historia para siempre.
Desarrollo institucional y separación de caminos
Durante la década de 1980, tanto Jorge como Mariano desempeñaron roles fundamentales en la promoción y comienzos de la actividad. Ambos habitaron el lugar, buscaron mejorar las condiciones para la recepción del turismo, ambos fueron intendentes y desempeñaron trabajos en la administración local de Puerto Pirámides. En 1992, Jorge y Mariano decidieron separar sus caminos empresariales. Mariano continuó con Hydro Sport, mientras que Jorge fundó Punta Ballena, adoptando el logotipo que ambos habían utilizado anteriormente. A lo largo de todos esos años, las actividades náuticas se desarrollaban, en su mayoría, bajo una gestión con un enfoque más informal y bohemio. Sin embargo, algo que siempre resaltó entre los testimonios de quienes formaban parte del ámbito turístico fue la capacidad de Jorge para imprimir seriedad y compromiso, incluso contando con recursos muy limitados en aquel entonces. Esa actitud fue, sin duda, una de sus características más distintivas.
Durante ese mismo período, Jorge, junto con otros pioneros del turismo, emprendió diversos viajes por Europa con el objetivo de dar a conocer la Península Valdés. En varias ocasiones, él mismo destacó el papel fundamental que desempeñó Antonio Torrejón en la promoción e impulso del destino, reconociéndolo como una figura clave en su posicionamiento a nivel internacional.
La visita de Lady Di y la consolidación de la actividad
Un hito significativo en la historia del avistaje de ballenas en la región fue la visita de la princesa Diana de Gales en 1995. Durante su estadía, eligió realizar una excursión con Punta Ballena, destacando la profesionalidad y la buena infraestructura de la empresa. Este evento atrajo la atención internacional y consolidó a Puerto Pirámides como un destino destacado para el avistaje de ballenas. A partir de 1995, Jorge Schmid se dedicó exclusivamente al avistaje de ballenas, dejando de lado otras actividades como la cerámica.
Legado y continuidad
Con el paso del tiempo, el legado de Jorge Schmid encontró continuidad en sus hijos, Malena y Axel, quienes crecieron en Puerto Pirámides, rodeados por la inmensidad de los paisajes de la Península Valdés y la presencia constante de las ballenas. Malena, nacida en 1990, y Axel, en 1992, vivieron su infancia entre juegos que tenían como telón de fondo la gran aventura de su padre. El profundo vínculo que Jorge cultivó con el mar fue también una herencia que ellos adoptaron con naturalidad. Ambos se formaron como instructores de buceo y dedicaron sus vidas a explorar herramientas que fortalecieran y renovaran la empresa familiar, desde el turismo y la fotografía hasta el marketing.
A partir de 2016 comenzaron a asumir responsabilidades concretas dentro de Punta Ballena, y con el tiempo pasaron a liderar completamente la empresa, marcando así el retiro definitivo de Jorge de la actividad. Desde entonces, vienen impulsando una serie de transformaciones clave que siguen moldeando el rumbo de la empresa: están optimizando los procesos internos, profundizando la profesionalización del servicio y trabajando activamente en la mejora de las condiciones laborales. Se esfuerzan por consolidar un equipo humano comprometido, manteniendo al personal que acompañó a Jorge en sus inicios e incorporando nuevas personas que comparten una visión de largo plazo. También avanzan en la eficiencia en el uso de la energía y el agua, en la gestión del impacto ambiental y en la implementación de medidas de accesibilidad que garanticen una experiencia inclusiva para todas las personas.
Las mejoras estructurales continúan desarrollándose, al mismo tiempo que se consolida una línea de trabajo orientada a integrar un propósito de impacto positivo como horizonte central de la empresa. Para ello, han conformado equipos especializados en temáticas socioambientales, que hoy coordinan proyectos que complementan el avistaje con acciones de conservación y desarrollo regenerativo del territorio.
Malena Schmid y Axel Schmid.